Once Upon a Time in Mexico El cineasta mexicano Robert Rodríguez enseña a Hollywood a gritar "acción" en español Por Rocío Ayuso Mientras aumentan las estrellas hispanas en Hollywood, los apellidos latinos también son cosa común entre los directores que, como Robert Rodríguez, gritan "acción" en español. Así lo ha demostrado en "Once Upon a Time in Mexico", su último estreno y filme con el que cierra la trilogía de "El Mariachi". Su última película fue rodada en México con un reparto que incluye a las principales estrellas hispanas de Hollywood, desde Antonio Banderas a Salma Hayek pasando por Cheech Marin, Rubén Blades y el cantante Enrique Iglesias, en su debut como actor. "Fue difícil pensar en papeles que no fueran en castellano, incluyendo al final a algunos amigos en inglés para que no se notara tanto", afirmó a EFE este realizador nacido en Texas de familia hispana que se lamenta de que su español no sea perfecto. Conocido como el principal representante del cine independiente, Rodríguez se ha saltado todas las normas de la industria, incluida la de rodar películas de Hollywood con personajes totalmente hispanos y lograr con esta mezcla éxitos de taquilla. Su secreto es el de hacer películas "universales", que todo el mundo pueda ver y de las que los hispanos puedan estar orgullosos. "Es lo mismo que las películas de James Bond,con sabor británico pero a la vez universales", reconoce el realizador de 35 años. Rodríguez no está sólo en esta línea de trabajo, como demuestra la presencia del mexicano Alfonso Cuarón al frente de la tercera entrega de "Harry Potter", o el éxito de Alejandro González Iñárritu en el festival de Toronto con "21 grams", la primera producción de Hollywood de este mexicano que debutó con "Amores perros". Es un fenómeno que también se traduce al campo de los dibujos animados, donde el español Raúl García está dirigiendo el primer musical hispano de Hollywood en animación con un reparto bilingüe que incluye a Plácido Domingo, Alfred Molina y Michelle Rodríguez. "Tener dos idiomas es como tener dos almas. Un gran don que nos permite escoger lo mejor de dos culturas", se enorgullece Rodríguez. Como subraya el realizador, lo mejor de este tipo de películas es que a la vez que proporcionas a los niños hispanos un motivo de orgullo no se tienen porqué sentir diferentes porque cualquiera de las películas citadas están libres de clichés latinos. De hecho, Rodríguez no cree que exista una sensibilidad especial entre los directores mencionados más allá de ser buenos y con un apellido en ocasiones difícil de pronunciar para Hollywood. El propio Rodríguez, sin embargo, acepta que sí existe una forma más pasional de trabajar entre los hispanos, más acostumbrados a estar involucrados en todo el proceso de realización. "Es una verdadera pasión la que le sale por todos los poros, la que le hace rodar rápido, sin que se produzcan tediosas esperas", señala Banderas, su amigo y estrella. Mickey Rourke, uno de los pocos anglohablantes en "Once Upon a Time in Mexico", también hace concesiones y si bien le repele la idea de que Rodríguez sea diferente por el hecho de ser hispano sí subraya que este realizador dio al rodaje un tono mucho más familiar del que nunca había visto. Como recuerda el actor, "en cualquier descanso allí estaba su esposa (la productora venezolana Elizabeth Avellán) intercambiando ideas y a la vez cuidando de sus hijos (Rocket, Racer y Rebel, todos por debajo de los ocho años)". En la misma línea, portavoces de la tercera entrega de "Harry Potter" han destacado que si bien Cuarón continúa con el tono marcado en las dos primeras partes, su estilo personal y su paleta de colores, mucho más rica como demostró en "The Little Princess" o "Y tu mamá también", le dan a esta cinta un tono muy diferente. "A diferencia de los actores, que dependen de la visión de un director para formar parte de un reparto, los realizadores tenemos más oportunidades en Hollywood. Y cuanto mayor poder podamos mantener, más posibilidades tendremos de ir cambiando el tono de la industria", resume Rodríguez.

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