Quince minutos al día, en la Red |
|
|
|
Según el último informe del Estudio General de Medios (EGM), los internautas españoles se conectan a Internet una media de 15,3 minutos. El lugar preferido para navegar es el centro de trabajo y los centros educativos, y en tercer lugar la casa de cada uno. El día de la semana que más navegan es el jueves, una media de 18 minutos.
Curiosa coincidencia, el día que más tiempo dedican los españoles a Internet, es el mismo día en el que sus buzones de correo se saturan de spam. El Estudio General de Medios incluye en este informe el tiempo que los internautas pasan conectados a Internet a lo largo de la semana. Después de el jueves con una media de 18,9 minutos le sigue el miércoles con 17,7 minutos y el lunes con 16,7.
El fin de semana los internautas descubren que se puede disfrutar del ocio sin tener enfrente la pantalla del ordenador y le dedican menos tiempo, un 27 por ciento menos. 11,8 minutos el sábado, y un segundo menos el domingo.
Este parón de Internet los fines de semana se debe entre otras cosas, a las preferencias de los internautas a la hora de elegir un lugar para engancharse a la Red.
Conclusión
El tiempo de conexión desde lugares, como oficinas, universidades, colegios y "cibercafés", experimenta una diferencia de hasta el 75% entre los 6,8 minutos de media de entre semana y los 1,7 minutos del fin de semana. |
Piratería: la bestia negra de las discográficas |
|
Por: Antonio Muñoz Vélez |
|
|
|
 |
Destrucción de discos piratas | | El cierre de Napster, el sistema pionero en el intercambio gratuito de música en Internet, no ha servido para mitigar los quebraderos de cabeza que en los últimos años atenazan a la industria fonográfica. Programas como Kazaa, Gnutella o Morpheus han recogido el testigo de Napster sorteando barreras legales, mientras proliferan las redes de copias piratas. Las discográficas, impotentes, anuncian pérdidas millonarias.
En marzo de 2001, un tribunal de San Francisco obligaba a Napster a detener el intercambio de canciones registradas por sus autores, en respuesta a las presiones de la Asociación de la Industria Discográfica de EE UU (RIAA, en sus siglas en inglés), formada por los 5 gigantes: AOL Time Warner, Vivendi, Sony, Bertelsmann y EMI. Era el principio del fin para la empresa que había hecho posible que 80 millones de internautas descargaran y compartieran infinidad de canciones en sus ordenadores sin más desembolso que el tiempo de conexión a la red.
Hoy, Napster ya no funciona: desde su compra por la compañía Roxio, en noviembre de 2001, un lacónico "en construcción" recibe a quien visita su Web. Cuando vuelva a ponerse en marcha si lo hace-, la gratuidad de la que fue bestia negra de la industria discográfica será historia: los usuarios tendrán que pagar para poder descargar música sujeta a derechos de autor.
El problema es que, de forma simultánea a su defunción, han aparecido otros programas similares como Kazaa, Morpheus o Gnutella, que permiten intercambiar no ya archivos musicales (MP3), sino todo tipo de recursos: desde aplicaciones informáticas hasta películas y vídeos, para espanto de los grandes estudios de cine.
A ello se suma la proliferación de las llamadas "plataformas de búsqueda en paralelo", como ML Donkey. Este programa, El Asno, puede localizar y descargar canciones de varios servidores a la vez, con lo que la conexión es más rápida, segura y efectiva que con las otras plataformas.
| |
|
|
|
|
|
|
|